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martes, 17 de marzo de 2020

DÉDALO E ÍCARO





Dédalo era el arquitecto, artesano e inventor muy hábil que vivía en Atenas. 

Era hijo de Alcipe, que a su vez, era hija de Crecops.

Aprendió su arte de la misma diosa Atenea. 

Fue famoso por construir el laberinto de Creta e inventar naves que navegaban bajo el mar. 
Se casó con una mujer de Creta, Ariadna y tuvo dos hijos llamados Ícaro y Yápige.

Su sobrino Talos era su discípulo, gozaba del don de la creación, era la clase de hijo con que Dédalo soñaba. Pero pronto resultó mas inteligente que el mismo Dédalo, porque con solo doce años de edad invento la sierra, inspirándose en la espina de los peces. Dédalo sintió mucha envidia de él tras compararlo con su hijo.

Una noche subieron el tejado y desde allí; divisando Atenas, veían las aves e imaginaban distintos mecanismos para volar. 
Ícaro se marchó cansado, y después de engañar Dédalo a Talos, lo mató empujándole desde lo alto del tejado de la Acrópolis. 
Al darse cuenta del gran error que había cometido, para evitar ser castigado por los atenienses, huyeron a la isla de Creta, donde el rey Minos los recibió muy amistosamente y les encargaron muchos trabajos.

El rey Minos, que había ofendido al rey Poseidón, recibió como venganza que la reina Pasifae, su esposa, se enamorara de un toro. Fruto de este amor nació el Minotauro, un monstruo mitad hombre y mitad toro.

Durante la estancia de Dédalo e Ícaro en Creta, el rey Minos les reveló que tenía que encerrar al Minotauro. Para encerrarlo, Minos ordenó a Dédalo construir un laberinto formado por muchísimos pasadizos dispuestos de una forma tan complicada que era imposible encontrar la salida. Ésta solo era conocida por Dédalo y por Ariadna, la hija de Minos, a quien el constructor se lo había contado.
Pero Minos, para que nadie supiera como salir de él, encerró también a Dédalo y a su hijo Ícaro.

Estuvieron allí encerrados durante mucho tiempo. Desesperados por salir, se le ocurrió a Dédalo la idea de fabricar unas alas, con plumas de pájaros y cera de abejas, con las que podrían escapar volando del laberinto de Creta.

Antes de salir, Dédalo le advirtió a su hijo Ícaro que no volara demasiado alto, porque si se acercaba al Sol, la cera de sus alas se derretiría y tampoco demasiado bajo porque las alas se les mojarían, y se harían demasiado pesadas para poder volar.

Empezaron el viaje y al principio Ícaro obedeció sus consejos, volaba al lado suyo, pero después empezó a volar cada vez más alto y olvidándose de los consejos de su padre, se acercó tanto al Sol que se derritió la cera que sujetaba  las plumas de sus alas, cayó al mar y se ahogó. 

Dédalo recogió a su hijo y lo enterró en una pequeña isla que mas tarde recibió el nombre de Icaria.

Después de la muerte de Ícaro, Dédalo llegó a la isla de Sicilia, donde vivió hasta su muerte en la corte del rey Cócalo.




Pincha aquí para ver el vídeo:




 Ahora vamos a escuchar y a aprender una canción de un grupo español de los años 80 que se llama "Presuntos Implicados": 


Y ésta es la letra:

Ícaro

Ícaro como un pequeño dios 
Desafiando al sol
Y ahora yo 
Que soy un joven gorrión 
Y quiero el nido abandonar

Y aunque a veces me asuste volar
Lejos del cobijo de un hogar
Sé que habrá un viento cálido más 
Para dejarme llevar

Ícaro, como un pequeño dios 
Desafiando a todo un sol
Y se marchó tan alto como un vendaval
Tan lejos como una canción

Más envidioso el sol le abrazó 
Derritiendo en cera su valor 
Y aunque le fue advertida la lección 
Ícaro se derrumbó, se derrumbó

Volaré bajito a ras del suelo
Como pluma el viento me llevará 
Sin perder de vista el horizonte
Como pluma el viento me llevará

Y ahora yo que soy pequeño gorrión 
Y quiero el nido abandonar
Siento que no puedo estar ya más aquí
Llegó la hora de partir

Más aunque al este no nazca el sol
Y las aves de invierno no emigren al sur
Sé que habrá un viento c
álido más 
Para dejarme llevar, dejarme llevar



Por último, puedes pinchar aquí e imprimir la ficha de comprensión lectora del mito:

https://www.actiludis.com/wp-content/uploads/2014/10/Dedalo-e-Icaro.pdf

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